Cuando hablamos del valor de un negocio o empresa, normalmente se cree que únicamente se cuentan los activos fijos (inmuebles, automóviles, etc.) así como las cuentas por cobrar que tenga la empresa, restando los pasivos que se tengan.
Todos los negocios cuentan con otro tipo de activos que, al no ser tan fáciles de identificar, no son tomados en cuenta, no obstante estos tienen efectos financieros, fiscales y legales beneficiosos para la empresa.
Los bienes a los que nos referimos son los llamados intangibles, es decir, que no tienen una sustancia palpable o fácilmente identificable; entre ellos contamos a las marcas, patentes, registros, licencias, clientes, relaciones comerciales, títulos, diplomas, secretos industriales entre muchos otros.
Pero eso, ¿en qué beneficia a las empresas?
Cada uno de estos bienes le otorga un valor agregado al negocio, ya sea porque lo utiliza para prestar un mejor servicio, porque le otorga una beneficio sobre la competencia, porque lo identifica respecto de otros similares o porque ella misma lo desarrolló y será parte de sus inventarios.
El mencionado valor se observa sobre el ingreso que se tiene gracias a dicho bien.
Se debe de mencionar que la mayoría de estos bienes no son comprados por la empresa, ya que la misma los desarrolla (marcas, prototipos, secretos, patentes, etc.) sin embargo, estos pueden generar un beneficio fiscal a favor del contribuyente.
En efecto, la Ley del Impuesto Sobre la Renta, otorga la facilidad de amortizar los bienes intangibles al 15% anual, lo cual genera un deducción adicional que puede darse sin tener que erogar alguna cantidad de dinero, pues si el intangible fue creado o desarrollado por la empresa, no se entregó algo a cambio del mismo, pero puede ser afecto a la deducción mencionada, debiendo realizarse un avaluó, por una persona autorizada para ello y así otorgarle un valor adicional que será utilizado en la forma que la LISR comenta.
Esto, sin duda, brinda un beneficio al contribuyente, ya que evita pagos excesivos de impuesto, en el caso de tener ciertas partidas no deducibles, como en el caso de las prestaciones exentas para los trabajadores, o evitando caer en la ilegal practica de “compra de facturas", al deducir de forma legal, algo que se implementó en la misma empresa.
En cuanto a la cuestiones financieras, los bienes o activos intangibles, según las Normas de Información Financiera, se deben de reflejar en los estados financieros de la empresa, lo cual aumenta el valor de la misma, para casos de solicitar créditos, aportaciones de socios o personas externas e incluso para traspasar o venderla.
Ahora bien, en cuanto el ámbito legal, todo aquello que sea valuado y se refleje como activo intangible, además de ser registrado ante la institución correcta, (en algunos casos) esta protegido por la Ley de Propiedad Industrial, la Ley Federal de Derechos de Autor y/o cualquier otra similar, pudiendo solicitar la reparación del daño si es que dichos activos son utilizados por alguien no autorizado para ello, otorgando certeza respecto de los mismos a la empresa y sus dueños.
Hasta aquí, hemos señalado de forma sintetizada algunos tipos de activos intangibles, así como los beneficios que los mismos aportan a una empresa, debiendo entonces, observar dentro de cada una de ellas para saber si existe algún activo intangible que pueda y deba ser reconocido para efectos legales, financieros y fiscales.
Cabe mencionar, que deben ser los especialistas en la materia (valuadores, financieros, contados y abogados) los que realicen las actividades necesarias para obtener los beneficios, registros, deducciones, etc. que otorgan dichos activos, de lo contrario se pueden realizar practicas indebidas, que tengan un efecto contrario al buscado.
